miércoles, 27 de octubre de 2010

Las vueltas que da la vida- cap.4

Walterio Disneo despertó una calurosa mañana de noviembre de 2045 con un gran dolor de cabeza y los músculos entumecidos. Exactamente a las 11:36 horas, hora centro-atlántica.



Mejor no podía volver a la vida tras pasar los últimos 75 años postrado en un sarcófago de criogenización, congelado como un lomo en la carnicería a la espera, en este caso, de retomar la existencia tan fresco y risueño como el día en que lo encapsularon recién fallecido por inducción eutanásica, tal como contemplaba el contrato con la FrozenPostMortem Co.



A parte de dejar constancia como primer resucitado térmico del éxito de la criogenización como proceso prorrogatorio de la vida, tantas veces puesto en duda, Walterio estaba ansioso por anunciar al mundo este hecho revolucionario... grandes dudas asaltarían al mundo científico y religioso sobre temas tan punteros y pilares como la inmortalidad, la muerte-la vida y todo lo relacionado en sus procesos, la inmortalidad, todo un cambio sin precedentes en la concepción de la existencia por parte de los humanos.



Walterio se ajustó la corbata. Tras el vidrio del sarcófago lo esperaban sonriendo exultantes científicos, periodistas, el presidente de la nación flores en mano y un sacerdote de la corporación eclesiástica pertinente también flores en mano.



Walterio Disneo dió dos pasos y cayó en redondo.



Así que al final nada de nada.



Pero por aquí no va el relato, dejemos de lado breves resucitamientos de antiguos dibujantes retorcidamente moralistas al servicio del conservadurismo cristiano.



La cuestión es que ahora mismo Rodrigo Saénz de la Roca, el eminente físico en teoría cuántica reconocido por el Círculo de Escritores- Cuadrado de Lectores con el premio Letra Sabia 2007, se halla metido en un problema. Forma parte de los 35 rehenes que mantienen retenidos, por eso son rehenes, tres atracadores a mano muy armada en una sucursal del Banco Crediticio.



Rodrigo siente los esfínteres aflojarse mientras estirado boca abajo muerde el polvo de un suelo enmoquetado que no conoce aspiradora. Rodrigo teme por su vida, sólo por la suya sinceramente, en la de los demás no piensa. En estas, un atracador le recrimina que esté obstruyendo la entrada al pasillo que lleva a la caja fuerte, por lo tanto le toca levantarse y por delante siempre por delante con las manos arriba sin hacerse el heroe o te hago el peinado nuevo, dirigirse a la misma para con la llave susodicha (¡aún usan llave!) proceder a la apertura del habitáculo hormigonado, entonces el señor atracador, que no pierde compostura ni modales, le dará unas sacas tamaño arroz 10kgs y Rodrigo obediente las llenará una a una de dinero.



Mientras, entra otro atracador, son cuatro en total si el eminente físico no ha contado mal, quien cargará con las bolsas llenas. Lo hace silbando una canción de una conocida artista folklórica de quien omitiré el nombre para evitar tendenciosas asociaciones de ideas en la perspicaz mente del lector que bastantes problemas tiene ya Isabel.



Rodrigo se ha hecho pis encima y una señora atracadora le ha cedido una toalla para que se limpie los pantalones. Así que són dos hombres y dos mujeres, ¿serán dos parejas?...Rodrigo en el resquicio de imaginación que como facultad mental aún funciona líbera entre temores y pánicos incontrolados, se imagina la velada a dos bandas que se va a dar la banda celebrando el golpe. Estos tras el golpe se van fijo a un hotel en alguna lejana isla tropical y se tirarán al hedonismo total durante el resto de sus vidas... también se los imagina (¡a los cuatro juntos!), practicando sexo en una cama redonda llena de billetes de 100euros... los billetes pegados a los cuerpos sudados, mojados por el champán que pasa de boca en boca y demás orificos... se entregan al desenfreno dionisíaco.... el encargado del hotel pica a la puerta y les grita que basta ya, que un poco de respeto o llamará a la policía, además un huracán se aproxima irresponsables ... los cuatro le hacen pasar, le invitan a unas rayas y éste agradecido se suma a la cópula colectiva preso de la risa histérica y con los ojos desorbitados, de paso entre postura y postura se embolsa algunos billetes pringosos de feromonas y estimulante en polvo....en el exterior faltan nueve minutos para que el huracán George toque costas y empiece a arrasar con todo y más, pero la orgía no parará a pesar de ello y de las advertencias del personal del hotel, quien junto con los hospedados temerosos y escandalizados se encuentran en el búnker de seguridad sito en los sótanos, tendrán al menos futbolín y chocolate caliente....al cabo de quince minutos los cadáveres de dos mujeres y tres hombres aparecen desnudos y con múltiples fracturas de hueso entre el palmeral que se halla a 200 metros del hotel...impactante titular en el diario...



Rodrigo despierta del coma. Ha estado cinco días navegando entre la vida y la muerte. Su mujer y sus hijos tienen la alegría de sus vidas al conocer la vuelta a la actividad consciente del físico reconocido. Una bala le penetró en el cráneo y ahí se quedará para el resto de su vida, una operación supondría demasiado riesgo. Por ahora ha perdido algunas funciones cerebrales, como la de contar y reconocer números, así que Rodrigo debe reconducir su vida personal y profesional radicalmente.



Como la vida compensa, la Asociación de Víctimas de Atracos y Robos Armados (A.V.A.R.A) ha levantado en su memoria (¡pero si aún vive!) un monumento en su pueblo natal, él considera que no hacía falta y que le parece una exageración pero asistirá emocionado a descorrer la lona blanca el primer día de las fiestas mayores. De momento las palomas han empezado a defecar en la pieza de bronce a escala natural. Aurelio el borracho del pueblo lo utiliza de apoyadero para vomitar antes de entrar en casa.



Y como sigue compensando, con el dinero de la indemnización, Rodrigo y família han hecho maletas y se dirigen en estos momentos a una isla sita en los trópicos para hacer uso de su terreno recién comprado en el que construirán un hotel de pequeño formato que se llamará “Fortuna”, con vista al mar, búnker anti-huracanes y suite con cama redonda.



Rodrigo llevará una vida feliz.



Los atracadores también.

jueves, 7 de octubre de 2010

Las vueltas que da la vida- cap.3

-¡oiga no me pise el verso!

-perdone, no lo había visto...

-al menos ponga la coma en su sitio

-ahora mismo, no se preocupe....¿su nombre?

-Silvio Potasio

-anda, estoy hablando con un Potasio

-...y pisándole sus versos...y usted, ¿a qué se dedica?

-me llamo...

-el nombre es sólo un sustantivo

-vale...soy poeta del pueblo

-¿de qué pueblo?

-de por aquí cerca

-¿y ese loro rojo?

-es mi musa

-yo aro con burro

-lo tendré en cuenta. Sr.Potasio, un honor hablar con usted. Apresuro que queda poco rato de sol.

-por eso no se preocupe, aquí nunca se pone

-qué bello

-no se crea

-puede tutearme

-si lo hago rompería una promesa

-es lo que tiene hacer promesas

-¿ironía?

-no, un hecho. Análisis objetivo del mismo

-no romperé mi promesa, poeta del pueblo

-sus palabras denotan ironía....ah, cómo duele esta muela

-camino del médico encontrará la panadería. Escriben unos panes hiperbólicos deliciosos, no muy salados ni tampoco sosos, y bien crujientes

-gracias. Buenos dias

-que nunca acaban. De nada, no hay de qué

-¿no?, ¿de cuál sino?





(han transcurrido 10 minutos)



-qué bien que hayas llegado amor

-creo que nadie me ha reconocido, aunque sospecho del payés con albornoz, su mirada...

-¿ha roto su promesa?

-no

-lo importante es que ya estás aquí. Vamos a la cama

-venga, esta vez echamos dos, pero antes quisiera prepararme un bocadillo con este crujiente y riquísimo pan hiperbólico que acabo de comprar

-me pone muy caliente verte hacer bocadillos....eres un cachondo

-cariño está ardiendo el recuerdo de Menorca

-combustión espontánea de recuerdos. Hace poco leí un reportaje sobre el tema. Dejémoslo arder, no debemos interferir en el orden natural de las cosas y sucesos

-ahá...¿decías?



-¡todo el mundo al suelo!

-no te preocupes, es mi tío Mejero

-hola Mejero, ¿cómo andamos?

-con las piernas maldito insurrecto....te voy a cortar el pelo a mordiscos pervertido

-vale vale...cariño, ¿nos comemos el bocadillo en la cama?

-usted no tío, usted se queda, ale a desmantelar democracias por ahí...

-podéis tutearme

-no, rompería la promesa



(un tiempo indeterminado después)



-qué bello trinar el de las aves silvestres

-¿oyes el estrépito de las cascadas mágicas, tal simfonía de aguas bravas?

-estrépito abismal, rugir imparable, ingobernable

-fuerzas sin mesura que nos empequeñecen, belleza primigenia, orden y caos en perpetua inercia... y nosotros desnudos sobre estas cálidas sábanas...

-practiquemos sexo otra vez

-me haré otro bocadillo

-no, cómprame un helado

-ahora vengo...



Y no volvió nunca más.



Silvio Potasio araba sus versos, en un de sol a sol eterno cultivando los frutos de la tierra.



El pan se cocía a fuego lento en el horno.



El tío Mejero desmantelaba democracias parlamentarias en su universo paralelo.



Las cascadas mágicas se tornaban río manso de corrientes moribundas languideciendo en un mar lejano.



-¿vas a seguir escribiendo ñoñeces?

-....

-sí, tú. El que escribes. A ver si te aclaras.

-¿....? escribo lo que me da la gana, que para eso escribo

-no estamos de acuerdo los personajes de este “relato”con la dirección narrativa elegida, que lo sepas.

-cariño, cálmate, al fin y al cabo existimos gracias a él.

-no amor. Aquí y ahora existimos en su parcela de mundo imaginario que en estos momentos desarrolla él solito. Antes existiamos y después seguiremos haciéndolo también.

-no estoy tan segura. Creo que yo antes no existía.

-¿....?

-sabia reflexión compañera. Tu chica tiene razón.

-mi chica en tu cabeza, hace una hora ni la conocía. Me limito a hacer mi papel.

-eres un frívolo.

-un payés con albornoz, panes hipermétricos, un loro rojo como musa....qué nivelazo.

-esto es absurdo.¿crees que tienes vida propia?, y los panes són hiperbólicos.

-si, tengo vida.

-la estoy escribiendo yo.

-¿seguro?. Podemos probar.

-probar qué.

-a escribir nosotros.

-no, de ninguna manera, sería arriesgado.

-arriesgado dice...

-cariño...

-no me llames cariño, ahora no es el contexto adecuado.

-eres un mamón.

-basta, aquí mando yo. Seguiré escribiendo lo que me dé la gana. Y punto.



-¡oiga no me pise el verso!

-ya te vale, eres cruel.

-es broma. Prosigamos.

-tú mismo.



El poeta del pueblo finalmente volvió de la heladería. Abandonó la idea de redundantemente abandonar este mundo absurdo y desolador a través del suicidio, así que volvió.

Chica, chico y loro rojo inspirador, los tres seres iniciaron la búsqueda de un nuevo hogar. De mútuo acuerdo partieron al amanecer.



Recorrieron tierras extranjeras de raros topónimos, foráneas comarcas habitadas por gentes de extrañas hablas, siempre hacia el sur. Encontraron a su paso haceres y costumbres, distintas pigmentaciones de la piel, otras floras y faunas. Atravesaron un vasto desierto que por poco les roba la vida. Con un hermoso caballo negro, corcel de tiro del nido de amor-carromato usurpado a las fuerzas de seguridad de su país natal. No fué fácil travesía.



Durante el viaje, transcurrido el periodo habitual de gestación, fueron padres de una preciosa niña de pelos dorados, cuyo nombre ignoro pues por propia decisión narrativo-estilística así lo creo pertinente.



En cada pueblo, aldea y ciudad el poeta recitaba sus dotes en el verso, usando la lengua del lugar en una muestra de prodigiosa habilidad políglota. A cambio recibían comida, ropajes. Valga narrar que la estrella muchas veces fuera el loro rojo, quien también mostrando innatas cualidades, seducía a los nativos realizando ejercicios de artes marciales con una sola pata mientras silbaba sonatas de Bach. Espectacular.



Pasaron las estaciones y allá donde el sol alcanza su máxima perpendicularidad todo los días del año, en el país de las frondosas estepas ignotas, de las fieras salvajes (redundancia), construyeron su hogar en lo alto de un noble árbol tan milenario como el país parada final de su transhumancia.



El pueblo nativo de esas tierras los recibió con los brazos abiertos, prestó todo su apoyo y bienintención para integrar y acoger a los nuevos arribados.



Los tres aprendieron las costumbres y la lengua del país. El loro se negó, cosa de musas. Se integraron con facilidad, dedicándose en colectivo trabajo a la caza y recolección mano a mano con sus vecinos.



Las gentes del lugar, el pueblo así llamado Otogungi, los bautizaron como Shewakatoki (chica blanca de voz estridente), Munzungutapi (poeta de las estepas que hablan) y Konkoangawa (la niña de los cabellos solares).



Shewa, Munzu y Konko (para abreviar), vivieron hasta el fin de sus dias en esas bellas tierras.



Hoy en día, en el lugar donde se hallaba el árbol-casa de la família, bajo una lápida conmemorativa yacen los cuerpos de la pareja. Konko siendo ya toda una mujer hecha y derecha, vivió la llegada de la civilización del norte traida por los hombres (sólo hombres) de piel pálida como la suya, y no pudiendo resisitir los irreversibles cambios introducidos en su modos de vida, acabó trabajando como taquillera en los famosos cines Tropifilm. Hoy en día son la atracción top hit del país, multisalas ubicado dentro del parque temático Wild Savannah, construido para orgullo de la nueva y soberana nación-estado de Furkina Baso.



Sus hijos Mawetomi Charles y John Bumbaka Charles limpian a tiempo completo las instalaciones del parque. En su tiempo libre tocan juntos en una banda de rock selvático, ensayan temas propios y versiones en xilófono de Plácido Domingo.



En los invernaderos, visibles desde el espacio exterior, se consiguen cuatro cosechas al año de pan hiperbólico.



Fridmund Soid estudiando el caso de un anciano demente que imaginaba golpes de estado a todas horas, inauguró toda una disciplina científica en el estudio de la mente humana: el psicoanalismo, que como su nombre indica es la perfecta síntesis entre la psicología y la ciencia anal. Hoy en día todavía se ignora su uso práctico.



Las cascadas rugen, el río silba, el mar silencia.



Los loros rojos inspiran.