martes, 29 de diciembre de 2009

POEMA DE UNA ESPERA (y su consiguiente reflexión)

aliento gélido
escarcha en la mirada

esperando un tren que tarda
mientras
me siento vivo
tal como recuerda
el frío punzante en cada poro

una albada cualquiera sumido en la reflexión

imposible fumar con guantes

calefacto el pensamiento
atando cabos existenciales

un ratón cruza la vía
bien abrigado en su instinto

una segunda erección matinal
desvía la atención de los profundos pensamientos
aún así logro concluir que:

cogeré ese tren
fumar es más placentero en invierno
basado en circunloquios describo una línea recta
de maravillosas curvas y atajos
con guaridas al aire libre
y esbeltos amaneceres
rutilantes rutinarios
ciclo rueda sin fin

amo la vida y su dolor implícito
tarde o temprano ligado al placer

que los automatismos cotidianos son autonegligencias
premeditadamente realizadas

que más que nunca siento el calor humano como último bastión ante la frialdad del mundo más allá de la propia piel
simple cuestión térmica
por lo demás, entre humanos, todo es amor y deseo
más o menos declarados

sea cual sea el tren a coger
o el destino a ignorar
o el pasajero con quien imaginar

por lo demás, somos partículas atomizadas propensas a la simbiosis
demasiado preocupadas ante una segura desintegración de nosotros mismos tarde o temprano,
placentera- dolorosa

vahos, humos y escarchas
y otros ojos que mirar
y otras bocas, que fumen o no
combustionan internamente
bien hasta consumirse bien por propagar
besan sus gélidos vahos entre tanta espera
exprimen escarcha mezclada con humos vitales
exhuman incomprensión ante el acto automático

quizás alguien se lance a la vía
en su peluda desnudez
o se asocie a la rata
por purificar la existencia

quizás alguien más sueña despierto que sigue soñando
que espera a un tren

me toca pasillo

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