lunes, 6 de julio de 2009

MEDIOCRE RETRATO DE LA MEDIOCRIDAD


medio ocre es la mediocridad,
color tierra camuflaje,
y por ésta te arrastras, mediocre de ti,
sin pasar desapercibido,
como un caracol;
por ti inserto este poema:

rastro de baba, mediocre caracol,
mala baba, amargo caracol,
tienes cara de col, caracol,
no eres perfecto, ni nunca lo seas,
tímido caracol;
qué absurda es la vida, nimio caracol,
cómo te envidio, lento caracol;
caracol, deja esta vida, esta ciudad,
y vuelve con los tuyos,
para ser lo que eres,
bípedo primate.

¡mediocre el último!
¡yo más!,¡no, yo más!

no hay nada como la superación:
el orgullo del no mediocre no apacigua la casi paz del mediocre que logró auto-superarse y ser más mediocre.

motivación.

la mdad. pinta mucho y además bien, con estilo propio, sino, mirad, admirad sus retratos.
prefiere el impresionismo, por aquello de impresionar, aunque no hace ascos al cubismo por aquello de cubicar.
retratos variopintos en degradantes degradados de gran frescura y desenfado; dominando las gamas de grises, sin blancos ni negros puros, ella es así.
¿quién le enseñó a pintar?
nosotros no, que no pintamos nada.

la mdad. reparte fe y buenas hostias, nos hace pecadores y por la gracia divina, que es muy graciosa, encumbra al cielo para dejarte caer.

con la mdad. hay quien colabora, por unas monedillas…

ya lo dijo aquél romano:


“apoltronatum necius sum, mediocris totus.”
toma.

si no eres mediocre es porque no quieres.
no hay nada como auto-superarse;
el orgullo del mediocre que llegó al horizonte y al llegar se puso el sol.

la vida es cínica, pero que mucho,
ay…querido caracol…;
cómo disfraza la vida,
a nosotros, digo.

se abre el telón, se ve un rastro de baba.

la vida y su adjunta mediocridad es teatro, puro y duro.
drama y comedia,
pervertida narración de unos hechos deshechos,
mediocre farándula tomatera.

la mdad. es como el chiste ese de que va un tío por la calle y…y…no me acuerdo…qué duro ser mediocre.

sátira recuerda tu futuro, predice tu pasado, imagina tu presente.
se propasa, de buen rollo, claro, no sabes qué pensar.

ofrece un brindis, “¡por vosotros!”,
es que es maja y todo.

la mdad. reclama su dominio, punto com;
en google: yo mismo + search, a ver qué sale;
en casa lo probarás,
y te enfadarás, enfurecido intentarás deshacerte de ella, la tirarás a la basura, la meterás en el congelador (hay que ser previsor), la emparedarás en el salón, la freirás con un huevo a ver qué pasa.

la mdad. resiste,
tú, no tanto.

la mdad. se sintoniza en frecuencia modelada
por el paso de los años.

la mdad. da qué hablar, pero más que dar quita,
tú bien lo supiste cuando dejaste de recibir.

Fundó Auschwitz e Hipercor,
Oenegés, geriátricos, puticlubs,

mediocridad.

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